Temetoungameto

Ayer, en la asamblea oficial, visto el corte machista y comercial que era norma general entre las ideas presentadas, Roncador Nocturno expuso reiteradamente la necesidad de dotar al contenido del movimiento jamao un cariz más gafapastoso y cultureta.

Es por ello que hoy me dirijo a ustedes haciendo uso de este melindroso lenguaje. Y es por eso que hoy adelantamos un par de capítulos en las mejores arengas de la historia para exponer la obra del dramaturgo del siglo XVI e hijo predilecto de la pérfida Albión, William Shakespeare.

De Shakespeare se han hecho todo tipo de especulaciones, desde que era el seudónimo de un espía llamado Christopher Marlowe, hasta que se apropió de las obras que otro escritor realizara años antes. La realidad, como sabe todo aquel que haya estado alguna vez en la taberna de Al,es que Shakespeare era en realidad Francis Bacon (Francis, no Kevin).

Enrique V es el título de la obra que traemos hoy. El tal Enrique era un beligerante de cuidado. Dado a sofocar rebeliones y a plantarse en Francia de vez en cuando para tratar de hacerse con los territorios de Carlos VI mientras este esquivaba las puñaladas por la espalda de sus queridos duques de Borgoña y de Orleans.

La película es del cuatro veces candidato al oscar Kenneth Branagh (2 nominaciones por Enrique V, actor y director). Sólo una cosa se de mister Branagh, le gusta Shakespeare, del que ha dirigido y protagonizado numerosas obras y películas. También que no da el tipo de gran guerrero sanguinario. Yo si le veo entrar en batalla con esa pinta de piruleta de fresa y piña sería el primero al que iría a incrustarle mi mangual en el craneo.

Como curiosidad, la ínclita arenga de la batalla de San Crispín inspiró el título del libro sobre la compañía Easy de la 101 aerotransportada, Band of Brothers (mal traducido como Hermanos de Sangre), y que luego fue una serie de televisión.